REFLEXIONES ACERCA DE LA LABOR
DOCENTE.
REFLEXIÓN 1
En 1987 inicie mi
labor como auxiliar administrativo, en la Escuela Telesecundaria Ramón López
Velarde, clave 30DTV071I, de Tlalixcoyan, Ver., trabajaba de 8 a 3 y por las tardes asistía a la facultad de
psicología.
Un día observé a la
directora que brincaba y observé entre sus pies había una serpiente de varios
colores, sobre todo rojo y negro, corrí y cerré la puerta de la dirección, al
percatarme de lo ocurrido, giré abrí la puerta y con la escoba retiré el
coralillo, la maestra respiró y rápido se metió a su privado, entonces con
tranquilidad cerré la puerta, acababa de rescatar a una eminencia de
telesecundaria de 33 años de servicio.
Cuando las docentes
solicitaban permiso, aprovechaba para pedir permiso y me daba a la área de
propiciar los procesos de enseñanza-aprendizaje entre los alumnos, los jóvenes
eran dedicados, disciplinados y comprometidos, habían educandos de educación
inclusiva, que contaban con el apoyo de EUSAER y del personal de la institución,
estos chicos estaban integrados a los grupos y socializaban, siendo aceptados
por sus compañeros.
REFLEXIÓN
2
Después de 29 años
de servicio pensé que ya lo había visto casi todo, pero me equivoqué, el
director me dio el grupo que tenía muchos problemas de conducta y de
aprendizaje.
Pensé que tal vez
no podría, que me faltarían las fuerzas, pero me equivoqué, me encontré con |8
alumnos creativos, trabajadores, emprendedores, capaces de proponer, muy
preguntones y con una gran capacidad para trabajar las tecnologías, nunca acaba
uno de aprender y de quedar maravillado de todo lo que se puede hacer cuando
logras tener un ambiente de armonía propicio para el aprendizaje.
REFLEXIÓN
3
Un día observé un
alumno de educación inclusiva que se orinaba y excretaba, empezaba a temblar y
la maestra molesta llamaba a su mamá, quien lo regañaba, lavaba la silla y
luego de que se cambiaba se lo llevaba a casa.
Cuando paso a
segundo me lo asignaron y solicité apoyo a mi hija que es psicopedagoga y el
apoyo de EUSAER, identificamos: dislexia, dislalia, problemas motrices y
visuales.
Adaptamos sus
actividades a sus necesidades de aprendizaje, se mandaron a hacer sus lentes,
se compró calzado ortopédico, etc. Se platicó con la mamá para que cambiara de
actitud y no lo regañara. Y fíjense que cambio el chico, aprendió y este mes de
julio se graduó de su secundaria. Al final me abrazo se tomó una foto conmigo y
me dio un beso en la mejilla. ¿Qué cosas no? Nunca acabamos de aprender.
Saludos cordiales.
Maestra: sus reflexiones me permiten hacer una valoración de su trabajo y dedicación, atender a niños con dificultades en todos los aspectos da muestra de su capacidad,de su entrega.¡Felicidades! y no dejemos que la modernidad nos estanque,al contrario, nos debe fortalecer.
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